Tenemos un pedacito del libro de Styxx
Hoy fue el primer día que se había sentido lo suficientemente fuerte como para dejar su cama sin ayuda. Y había ido derecho a ver a su hermano.
Styxx puteó por lo bajo mientras entraba en la habitación. Bajo las "dulces" órdenes de su padre, Acheron estaba atado de pies y manos en la cama de Ryssa. Se veía tan desgastado y débil como se sentía Styxx.
Respirando lenta y suavemente para no desmayarse, Styxx se abrió camino lentamente a través de la habitación hasta llegar al lado de la cama de su hermanos.
Acheron lo miró con resentimiento, pero no dijo nada.
Styxx no podía culparlo. No encontraba las palabras. ¿Qué se podían decir los hermanos después de todo lo que había pasado para dividirlos? ¿Después de todas las pesadillas que habían vivido juntos y por separado?
Lo único que lo sorprendía era que la piel de Acheron no tenía ninguna marca. Excepto la marca de esclavo en su palma, su cuerpo, a diferencia del de Styxx, estaba impecable. No había marcas del abuso que sabía que su hermano había sufrido. Ni una sola cicatriz...
Los ojos grises de Ash lo quemaron. "Te odio, maldito hijo de puta."
"Lo sé," suspiró Styxx, mirando hacia otro lado.
"¿Por qué no me dejaste morir?"
Styxx se rió amargamente ante su acusación. "Traté de hacerlo. Créeme No hice nada para salvar a ninguno de los dos."
"¡Mentiroso!"
No es justo que vivas tan cómodo mientras yo vivo en el infierno. ¿Por qué tu? ¿Qué te hace mejor que yo? Un par de ojos de mierda que si pudiera te arrancaría. Los pensamientos furiosos de Acheron machacaron su conciencia y su corazón.
"Mi vida tampoco fue fácil, espero que lo sepas."
"Ay, perdón, su Alteza. ¿Acaso el cocinero te sirvió tostadas quemadas esta mañana? ¿O el agua del baño estaba demasiado fría? ¿O acaso tus sirvientes se olvidaron de dejarte preparada la ropa adecuada?"
Styxx se congeló mientras su propio odio se encendió cuando su hermano trivializaba su vida y lo que pensaba que serían sus problemas. Acheron era exactamente igual a todos. Asumiendo cosas basadas en su propia estupidez.
“¿Cómo te atreves a burlarte de mi dolor? Si no fuera por ti, mi padre..." Styxx se frenó antes de admitir una verdad que le tocaba hasta lo más profundo de su alma.
"¿Tu padre qué?"
Me habría amado.
En vez de eso, a causa de Acheron, el Rey siempre había sido frío y desconfiado. Para nada seguro de que Styxx fuera suyo. Si bien su padre adoraba a Ryssa, siempre había una nota de desconfianza en sus ojos cuando miraba a Styxx.
Y siempre se había mantenido distante cada vez que estaban solos.
"Tu fuiste quien nos traicionó Acheron. Yo no."
"Y creo que lo pagué bastante caro. Después de todo, yo soy el que está desnudo atado a una cama y tu eres el que está envuelto en chlamys de oro bordadas. Todos se inclinan ante ti, y todos buscan complacer cada uno de tus caprichos."
Si, esa era su vida....
Nunca.
Styxx negó con la cabeza. No, ambos habían pagado por eso. Con creces. Pero Acheron nunca creería la verdad, de la misma forma que Ryssa, y Ryssa había sido testigo de algunas de esas situaciones. Aun así, ella estaba convencida de que él era el favorecido.
La gente se inventa su propia realidad. Eso era lo que Praxis le había enseñado años atrás. Cien personas pueden ser testigos del mismo evento y dar doscientas versiones diferentes del mismo. Todo suceso es filtrado por nuestras emociones, Joven Príncipe. Como Rey, tu trabajo será escuchar ambas campanas de cada asunto y tratar de encontrar la verdad que yace entre versiones opuestas.
Styxx había visto la veracidad de esa afirmación una y otra vez mientras se sentaba con su padre y escuchaba el testimonio de los nobles y ciudadanos mientras se juzgaban unos a otros. El gesto más sutil podía malinterprestarse...
El tono de voz
Todo podía llevar a la guerra.
Incluso entre hermanos.
No, especialmente entre hermanos.
Traducción: Mariana Agnelli
Página: Rito de Sangre
ok, mori y revivi.... dios!!!!! cada vez mas ganas de que llegue el dia de poder tenerlo.
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